¿Te has preguntado si el deseo de ser madre se siente en el útero? Millones de mujeres manifiestan que incluso desde que son adolescentes y después de experimentar su primera menstruación, se les despierta un deseo por ser madres, pero que no saben cómo explicar.
Este deseo es extremadamente íntimo y personal y han habido millones de teorías al respecto. Desde afirmar que ser madre es una “necesidad biológica” de las mujeres, hasta el hecho de que ser madres no es más que un constructo y expectativa social que oprime a las mujeres.
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Pero no estamos aquí para validar o negar ninguna de esas teorías. Más bien queremos hablar un poco más a profundidad sobre lo que se siente física y emocionalmente cuando quieres ser madre. Nada de esto ha sido probado científicamente, esto es solo una recopilación de experiencias de millones de mujeres en el mundo.
¿Qué es un deseo?
El deseo es una fuerza interna que se desarrolla a medida que crecemos. Es una especie de movilización vital que nos acompaña. Los deseos pueden ir acompañados de un contexto social, cultural o familiar que nos hace sentir esa necesidad de pertenecer. Nuestros deseos pueden moldear nuestros pensamientos, emociones, conductas, creencias y percepciones de lo que nos rodea.
¿Qué sentimos cuando queremos ser madres?
El deseo de concebir, gestar, parir e incluso amamantar, puede darse como una sensación física. Algunas mujeres sienten un deseo profundo que hace palpitar su útero y pechos al pensar en ello. Esa sensación física se puede acompañar con un deseo profundo, una fuerza interna, un sentimiento apasionado en el corazón y una sensación más racional o de certeza que nos dice “estoy segura que nací para ser madre”.
Cada mujer lo siente a su manera, puede ser un torbellino de emociones o manifestarse como un murmullo suave que nos hace cuestionarnos constantemente si queremos o no serlo.
¿Qué pasa si no tengo esas sensaciones?
No te preocupes. Para algunas mujeres este deseo nunca llega o tarda en llegar. Como lo puedes empezar a sentir siendo adolescente, también puedes experimentarlo solo hasta estar embarazada o incluso después de dar a luz. Si este no ha sido tu caso y siempre has tenido certeza de que no quieres ser madre, es un sentimiento totalmente válido.
Las mujeres que deciden no ser madres son igual de poderosas a las que sí que quieren serlo, pues usan su poder creativo vital en proyectos que cambian el mundo. Así que estar de un lado o el otro no está bien ni mal. Como te explicamos, aquí todo es válido.
No te dejes presionar por lo que piensa la sociedad o lo que dice la cultura que es correcto, o porque tu reloj biológico no para. Ser o no madre no te define como mujer o persona.
Si quieres ser madre…
Es muy importante que además del deseo de serlo estés lista y preparada. Aunque dicen que nunca estamos listos para ser padre o madre, la responsabilidad que conlleva serlo es inmensa. La maternidad es hermosa, pero al mismo tiempo puede ser lo más retador que has hecho en tu vida.
Ser madre requiere de mucho tiempo, compromiso y sobretodo energía, así que si aún no sabes cómo podrías cubrir esas necesidades tuyas y de un bebé, tal vez lo ideal sea esperar a que estés lista y dispuesta a sacrificar ciertas cosas.
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En resumen, el deseo de ser madre sí puede sentirse en el útero, como también puede ser solo un pensamiento racional y recuerda que si estos sentimientos o pensamientos no llegan, eso también está bien. Las mujeres debemos ser libres de decidir y escoger lo que queremos para nosotras. Por eso, la lucha feminista muy bien lo dice: La maternidad será deseada o no será.
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